Aves, aerogeneradores y cifras poco fiables

16/01/2012

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El sector eólico es uno de los pocos que hace estudios sobre la avifauna, que toma medidas preventivas y correctoras, y que está abierto a encontrar soluciones para los posibles problemas que puedan surgir. Y cree que es un asunto lo suficientemente serio como para lanzar al aire cifras basadas en estimaciones, sin estudios científicos que las avalen. 

Tuve ocasión hace poco de pasar el día en un parque eólico. La brisa era suave, el sol calentaba y decidí descansar durante un rato al pie de un aerogenerador. Me quedé leyendo un libro mientras disfrutaba del paisaje. Tuve ocasión de fijarme en que había una pareja de grandes aves que volaban cercanas al parque eólico, pero no llegué a poder discernir de qué especie se trataban porque no se acercaron lo suficiente. Así pasé un par de horas sólo con el suave zumbido del viento y de las palas dando vueltas. Un recuerdo agradable que, vistas las últimas y muy presuntas cifras de supuesta mortalidad de avifauna que provoca la eólica en España, me sirve para reinterpretar esa realidad.

La semana pasada se ha mencionado a bombo y platillo que en España mueren al año entre 6 y  18 millones de aves al año debido al impacto con los aerogeneradores. Con 18.993 aerogeneradores en España, esto presuntamente supondría una mortandad anual de 315 a 945 aves por máquina. En un parque eólico de 20 turbinas, la cifra sería de 6.300 a 18.900 al año. Toda persona que pasara una hora en un parque eólico debería  poder ver varios accidentes. Yo no los vi, ni conozco a nadie que lo haya hecho. Ni las cámaras que se han puesto en los parques eólicos lo han detectado. Además, hay varios estudios que contradicen esas cifras, como uno reciente elaborado en parques eólicos en la provincia de Cádiz, en que se hablaba de una mortandad de 1-2 aves por aerogenerador al año.

Otro dato interesante: la misma organización que lanza al viento las cifras mencionadas elaboró un informe para el Ministerio de Medioambiente sobre el Estado de la Avifauna en España  en 2010 en el que dice que “sin embargo, la tendencia general de las 140 aves más comunes en España es estable si las tenemos en cuenta en conjunto: la media de las variaciones interanuales entre 1998 y 2009 es de un +0,2%. Esta estabilidad se debe a que las disminuciones en los hábitats agrarios están compensadas por los incrementos en los hábitats forestales, éstos últimos, además, muy consistentes en los últimos años”.

Considerando que el número de aerogeneradores eólicos  se ha incrementado considerablemente entre 1998 y 2010 y que la eólica se ha desarrollado más en hábitats forestales que agrarios, ¿es posible que las aves comunes tengan una tendencia general positiva si se murieran al año entre 6 y 18 millones?  La misma organización que lanza las cifras menciona en otra publicación que el cambio climático es la principal amenaza a la biodiversidad de la avifauna española. Y desde 1998 hasta ahora, la eólica es la energía que más ha reducido las emisiones de efecto invernadero del país (y a nivel mundial), ayudando así a la lucha contra los cambios en los hábitats de las aves.

Creo que hay una seria discrepancia entre los datos de muertes a millares –de hecho, las conclusiones del Congreso sobre Avifauna celebrado la pasada semana en Cádiz no incluyen esas cifras- y los datos reales. Todos tenemos que trabajar para reducir la posibilidad de impactos de aves con los aerogeneradores. Y el sector eólico elabora estudios sobre las aves, toma medidas preventivas y correctoras, y trabaja para encontrar soluciones con todos los actores interesados en el asunto. Pero lanzar al aire cifras espectaculares, basadas en meras estimaciones, sin estudios científicos que las respalden no ayuda a generar un ambiente de entendimiento. Más bien resulta contraproducente.  

Por Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas de AEE

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