Un ambicioso acuerdo sobre el calentamiento global en París sería una gran oportunidad para el sector eólico europeo, según EWEA

03/12/2015

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Si los líderes globales son capaces de llegar a un acuerdo sobre el clima en París y los mercados emergentes asumen compromisos, las exportaciones de la industria eólica europea podrían dispararse, según afirma EWEA, la Asociación Europea de Energía Eólica en un comunicado.

China, India, Marruecos, Brasil y Turquía son sólo algunos de los países que han asumido compromisos nacionales sobre energía eólica para después de 2020. En total, 54 países han mencionado a la eólica como una tecnología clave para frenar el cambio climático en sus planes nacionales enviados a la ONU.

Giles Dickson, consejero delegado de EWEA, ha indicado que “los compromisos de los mercados emergentes de Asia, África y América Latina pueden ser considerados como  un folleto de inversión para la industria eólica en Europa, dado su gran potencial exportador. Europa podría tener una oportunidad para consolidarse como líder en la  fabricación y suministro de tecnología eólica a nivel mundial».

Tres de los cinco mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo son europeos, con una capacidad eólica instalada que puede cubrir más del 10% del consumo de electricidad en el continente. La energía renovable contribuye con 130.000 millones de euros cada año a la economía europea, con 35.000 millones de euros procedentes de los ingresos por exportaciones a países fuera de la UE. Sin embargo, a pesar de estos claros beneficios económicos, la falta de ambición de los países de la UE en el desarrollo de las energías renovables después de 2020 supone un gran interrogante.

Dickson ha afirmado que «la realidad es que vamos a París con compromisos en energías renovables a largo plazo por parte de India, China y Turquía, que han firmado ambiciosos objetivos, mientras que Reino Unido, Polonia, España y otros europeos todavía tienen que perfilar sus propios planes más allá de los próximos cinco años, de 2020». Ha añadido que «Europa debe ser el portador de la antorcha en sus objetivos climáticos y  renovables. El liderazgo de la UE no debe ser sacrificado por una falta de políticas ambiciosas de los estados miembros. El sector eólico da empleo a 262.000 personas en  Europa. El impulso político podría suponer un aumento de esos números en los próximos 15 años, pero se necesita una nueva ley de energías renovables para sostener un mercado interno vibrante».

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